La agricultura convencional es la más practicada en todo el mundo, habiendo surgido después de las grandes guerras mundiales. Se preocupa menos por el medio ambiente que por el rendimiento. Las vides y las tierras son tratadas químicamente para una producción infalible y masiva. Las raíces ya no necesitan cavar profundo para obtener nutrientes. Como resultado, permanecen en la superficie. El suelo es ahora sólo un sustrato para el cultivo.

Más razonable que la anterior, la agricultura sostenible tiene en cuenta el respeto hacia el medio ambiente ejerciendo un control sobre las cantidades de insumos utilizados, siendo muy similar a la agricultura orgánica en algunos casos. Solo se utilizan productos sintéticos cuando sea absolutamente necesario.

Más razonable que la anterior, la agricultura sostenible tiene en cuenta el respeto hacia el medio ambiente ejerciendo un control sobre las cantidades de insumos utilizados, siendo muy similar a la agricultura orgánica en algunos casos. Solo se utilizan productos sintéticos cuando sea absolutamente necesario.

La agricultura ecológica es un método de producción agrícola que excluye el uso de la mayoría de los productos químicos. Para luchar mejor contra los parásitos, el viticultor trata de mantener sus viñas más sanas y resistentes. Estas deben poder cuidarse por sí mismas, o casi. Los plaguicidas, fungicidas y fertilizantes quedan excluidos del proceso de cultivo de la vid, que es tratada con productos naturales. Sin embargo, muchos insumos (virutas, azufre, levaduras industriales) son tolerados durante la vinificación.

La agricultura biodinámica lleva la lógica orgánica al límite, buscando la armonía entre la tierra y la planta; revitaliza el suelo fertilizándolo de manera suave y natural, y respetando el ciclo lunar. De hecho, utilizamos una medicación similar a la homeopatía, también suave y natural, que puede parecer esotérico para el neófito, pero funciona. En la bodega, los insumos se reducen al mínimo.

La agricultura biodinámica lleva la lógica orgánica al límite, buscando la armonía entre la tierra y la planta; revitaliza el suelo fertilizándolo de manera suave y natural, y respetando el ciclo lunar. De hecho, utilizamos una medicación similar a la homeopatía, también suave y natural, que puede parecer esotérico para el neófito, pero funciona. En la bodega, los insumos se reducen al mínimo.

El vino natural es el resultado de una elección filosófica para encontrar la expresión natural del terruño. Se elabora a partir de uvas cultivadas con métodos de Agricultura Ecológica, sin herbicidas, pesticidas, fertilizantes ni otros productos sintéticos. Las uvas se cosechan a mano y durante el proceso de vinificación el enólogo se esfuerza por mantener el carácter vivo del vino. Están prohibidas las intervenciones técnicas que puedan alterar la vida bacteriana del vino, así como cualquier adición de productos químicos, con la excepción, si es necesario, de los sulfitos en muy pequeñas cantidades. Las dosis máximas de SO2 total toleradas son de 30mg/l para los vinos tintos y de 40mg/l para los blancos.